sábado, 4 de diciembre de 2010

24

Y digo 24, por hacer el símil con la serie, pero creo que van a ser más.

Todo empezó ayer, un "breaking news" que vimos en un bar (no lo vimos en casa porque no tenemos tele) avisaba a todo aquél que fuese a viajar sobre la cancelación de vuelos con destino a España, debido a una "huelga" que había empezado.

Miramos por Internet y nos sorprendimos de la ruptura del mito. La única torre de control que estaba operativa en España, era la de Andalucía, para que después digan que los andaluces somos unos flojos. Entonces, con esta noticia, nos fuimos más contentos para Dublín, pensando que nuestro vuelo saldría debido a esta gran noticia.

Obviamente, nosotros somos filólogos, no controladores aéreos y nuestros conocimientos sobre este tema no van más allá que a nivel de usuario, o sea, nivel pasajero que compra los billetes tres meses antes para que les cueste más barato.

No más, llegamos, tarde, pero llegamos, ya que el autobús había cogido una carretera llena de hielo y el conductor, que más malaje no podía tener, conducía a menos dos kilómetros por hora. Aun así, llegamos a nuestra hora al aeropuerto, vimos que nuestro vuelo no estaba cancelado, facturamos, desayunamos, embarcamos y nos montamos en el avión.

Una vez dentro del avión, se nos hacía informar mediante el piloto o comandante (no sé si son la misma persona y en el caso de que no lo sean, no sé cuál de los dos era) que se disponían a pedir pista en Málaga, pero que debido a la huelga, íbamos a tener un pequeño retraso (remarquemos que el concepto de pequeño es un poco diferente, porque hablaba de un retraso de una hora y veinte minutos, cosa que supongo que es poco en estos lares).

Una vez pasadas dos horas, la misma persona nos informaba que el vuelo se cancelaba y que debíamos volver al aeropuerto. El mundo se nos vino encima:

De las ocho personas que íbamos en el grupo Vuelta a España, ninguno de nosotros habíamos sufrido alguna vez una cancelación del vuelo, por lo que no sabíamos qué teníamos que hacer. Afortunadamente, nos encontramos con una mujer muy simpática que nos dijo qué teníamos que hacer, reclamar el vuelo, bien por que fuera reembolsado, o bien por una fecha distinta.

Nos fuimos a la oficina de reclamaciones y no había ni un solo vuelo para el día de hoy, solo para el día siguiente (día 5) por lo que le dijimos que éramos ocho personas, que nos localizase un vuelo lo más rápido posible, el primero que saliese a la zona más cercana a Málaga... la respuesta fue: "Mañana a las 9 de la mañana, y tenéis suerte, son las últimas ocho plazas",  bien Álvaro, lo conseguimos, eres un suertudo desde que naciste y el problema del avión es que viajabas con César y él no lo es, pero el Karma nos ha devuelto el  favor, estamos en equilibrio.

Ya solo nos queda esperar y cómo esperamos, pues afortunadamente este aeropuerto tiene conexión wifi, el problema de mi PC es que la batería va como le da la gana y no dura mucho más de cinco minutos, así que ahora mismo me encuentro al lado de un árbol de Navidad apagado... por mí, ya que no encontraba un enchufe. La primera vez el encargado de la tienda me riñó por hacer esto, pero ahora...ya no está, la cafetería ha cerrado y el enchufe está fuera, no hay dios que me diga que no le apague el árbol de Navidad.

Durante el día, debemos recordar que llevamos alrededor de 16 horas sin hacer nada, nos hemos quedado dormido y hemos comido ya tres veces en el McDonald's, adivinad cómo tenemos el estómago de porquería (y yo contento porque había perdido unos kilitos de Erasmus).

Espero que la próxima actualización hable de lo bien que haya ido el viaje y, por supuesto, desde España.

Por último,me gustaría darle las gracias a estos grandes profesionales que tenemos en España, cuya profesión es denominada como "controladores aéreos", hoy habéis demostrado la valentía del carácter español, haciendo una huelga y movilizando a toda España, perdón, rectifico, no habéis tenido los COJONES de poneros en huelga, os habéis limitado a "poneros malos"... madre mía... por si no lo recordáis, esa es la excusa que ponía de pequeño para no ir al cole... ahí demostramos en manos de quién dejamos nuestras vidas cada vez que nos montamos en un avión... en hombres de preescolar.

1 comentario:

  1. No sabes como entiendo tu situación. De las pocas veces que he volado, 2 veces me han cancelado vuelo, una de ellas en mi cara el primer día de mi erasmus. Me imagino vuestra cara cuando el comandante dijo eso dentro del avión. Evidentemente ahora mismo estoy cagado con lo que pueda pasar en los próximos días con el tema... No quiero quedarme en Italia esta navidad, ni quiero tener que coger un tren, ni un barco. Quiero salir en el avión que he pagado y que llegue bien.

    Espero que ya esteis en España y esteis bien :)

    Un saludito desde Salerno ;)

    ResponderEliminar