miércoles, 29 de septiembre de 2010

Conceptos que cambian cuando eres un estudiante semi-independizado


Tras unos cuantos días más del mes que he pasado ya semi-independizado en Irlanda, me he dado cuenta que los conceptos tales y como los concebía en España eran quite different:

1. El efecto cajita mágica

Dirán que España es un país desarrollado, pero no tan desarrollado como el resto de los países europeos, no sabría yo que deciros. En España, en toda casa he visto yo lo que a mí me gusta llamarlo como "cajita mágica", es una especie de cesto que se encuentra cerca de la lavadora, en la cual cuando se mete ropa sucia, al poco tiempo aparece limpia, planchada y doblada en el armario de tu habitación. Pero aquí no, en estos países tan avanzados tengo que esperar a que se ensucie una cantidad considerable de ropa, para meterla en la lavadora, para echarle detergente a la lavadora, suavizante, elegir un programa, esperar que se lave, sacarla, meterla en la secadora, esperar que se seque, sacarla, ver que aún está húmeda, volver la a meter, sacarla, todavía está un poco húmeda, pero no la metes más porque sospechas acerca de que tu ropa te haya podido encoger, llevártela a tu cuarto, subir el planchero, subir la plancha, planchar, doblar la ropa y meterla en el armario...aiiiiiiiiins vaya con los países avanzados.

2. El concepto de almorzar

En España, mi concepto de almorzar se resumía en tres sencillos pasos:

1: ser llamado por madre
2: decir: "ya voyyyyyyy"
3: sentarme y comer

Aquí en Irlanda, todo es mucho más difícil:


1: pensar qué vas a comer 
2: preparar las cosas para hacer de comer 
3: esperar que alguien termine de hacer de comer para coger las sartenes 
4: hacer la parte de la comida de las sartenes 
5: comer en sí
6: guardar fuerzas para fregar 
7: descubres que tu compañero está fregando 
8: esperar a que tu compañero que termine de fregar 
9: fregar 
10: limpiar hornillas, encimera y cosas que ensucias mientras haces de comer

7 pasos que en España estamos más avanzados.

3. Shopping

El concepto de compras también es bastante diferente, sobre todo porque la gente de aquí no se fía de los Españoles y no aceptan nuestras tarjetas en la mayoría de los supermercados, a pesar de que en la puerta ponen que sí las aceptan.

En España yo cogía mi carrito cuando llegábamos al ... centro comercial (no voy a decir Carrefour para no dar publicidad) y metía en él lo que se me antojaba, luego le daba el carro a mi madre, ella lo pagaba y nos íbamos tan tranquilos en la moto/coche.

En Irlanda es diferente, tengo que hacer un camino de alrededor de media hora para llegar al supermercado, una vez en el supermercado, recuerdas que no aceptan tus tarjetas porque en Irlanda, los españoles somos como rumanos en España, no se fían de nosotros;  sales del supermercado, vas a un cajero (que no está cerca), sales del cajero, vuelves a la tienda, sigues comprando, miras cuarenta mil veces los precios para no pasarte del presupuesto, no sabes qué comprar porque no conoces las marcas, vas a pagar, la tía o el tía te pregunta: "cash or card" con una simpatía inversamente proporcional a su belleza o al tiempo que lleva explotado en la mierda de trabajo ese, y tú le contestas, me gustaría en card, pero no me vas a dejar porque este acento de Cádiz me lo impides, pero al final le contestas cash y te sientes un poquito como La Lomana, luego lo metes todo en una maleta porque las bolsas te pegan unos sangrazos de hasta 70 cent. la bolsa de plástico... (¬¬)


Ahora mismo, no se me ocurren más cosas con las que seguir, seguramente tendré más, es más, mientras estoy escribiendo esto se me están ocurriendo otras cuantas, pero, ¿qué voy a dejar si no para los siguientes días?, además, no me gustan que las entradas sean demasiado largas, que luego la gente se aburre...

Álvaro
P.S.: Mamá, siempre te he querido, pero cuando vuelva, te querré más.

domingo, 26 de septiembre de 2010

31 less

Hermanas Izquierdo
(presuntas cabecillas de la
Matanza de Puerto Hurraco)
Habían pasado 58 años desde que un avión británico hubiese hecho el primer vuelo de ida y vuelta a través del Atlántico (y 20 desde la matanza de Puerto Hurraco), cuando cuatro criaturas inocentes embarcaban en un vuelo de Ryanair destino Dublín, la tragedia se veía desde antes de empezar.

Portada del The Sun hablando sobre
la retirada de la medalla de Johnson
Hoy, 22 años exactos desde que Ben Johnson (no el escritor, sino el corredor) tuviera que devolver la medalla de oro ganada en los 100 metros lisos en las Olimpiadas de Seúl por dar positivo en el control antidopaje, aquí estamos. 31 días más maduro, 31 días de un aprendizaje continuo sobre parte de nuestras vidas, 31días conociendo a gente nueva, 31 días, prácticamente de fiesta... 31 días de Erasmus.

La verdad que me siento muy orgulloso de cómo han pasado estos 31 días en mi nuevo hogar, porque ya puedo considerarlo hogar, al principio era la mierda casa esta que cruje para todos sus m******, que tenía una luz roja en el pasillo cual local de alterne y unos sofás, camas, armarios, bueno, todo, comprado en la puerta de un vertedero... ahora ese vertedero es mi casa. Creedme, por muchos acontecimientos en estos 31 días podría considerarlo un vertedero.

Como siempre está la convivencia, a veces más fácil que otras, a veces más difícil que difícil, pero bueno, somos humanos y somos capaces de cerrar la boca más de una vez... aunque tengamos que aprender a abrirla más de dos, o de tres, o de cuatro... a veces de cinco. Creo que todo esto tendremos que solucionarlo con un buen planning.


Por una parte me alegro de que haya pasado este primer mes, el más gastoso (adelante de la renta, equivocaciones comprando en los supermercados más caros, compra de vuelo, compra de cosas para la casa, compra de toallas, de libros, de móvil... bueno, lo que lleva ser el primer mes de gastos)

Por otra parte me da una pena tremenda pensar que a se han ido treinta y un días de mi preciado Erasmus... y todavía no he f***ado =(

41var0-31d

sábado, 25 de septiembre de 2010

Razón por la que llueve en Galway

La Virgen de la Cueva

Pensaba que ya tenía la ciudad de Galway bajo control, a lo que lugares se refiere, hasta que un día de exploración por el más allá descendió, ¿lo qué descendió?, la razón por la que llueve tanto en Galway: la Virgen de la Cueva.

Todo ocurrió un día normal, bueno, no tan normal, Lalo estaba aquí y un día con Lalo nunca es normal y nos fuimos a enseñarle la ciudad uno de esos pocos días en los que no ha llovido, bueno, seguramente llovería, pero ya no estamos acostumbrando, es como esa extraña sensación que tienes cuando no recuerdas en qué idioma tienes una conversación, lo único que recuerdas es lo que se decía en ella, eso sí que nos está pasando últimamente.

Galway es una ciudad en la que, no sé por qué, todo el mundo sabe hablar español, y eso me jode. Yo, ingenuo de mí, me fui a una ciudad de "habla inglesa" para practicar mi inglés y lo único que estoy consiguiendo es expandir el andaluz. Yo, ingenuo de mí, que voy criticando a la gente por la calle, pensando que no me entenderán y más de una vez se han dado la vuelta y me han mirado en plan "que te entiendo, ¿vale?" y yo: "ups".

Bueno, como iba contando, un día de exploración de la ciudad con Lalo, llegamos a un punto de Spanish Arch (El arco español [se nota que lo hicieran españoles {no me extrañaría que andaluces}, el arco es más simple que mecanismo de una silla]) y pensamos: "de aquí para allá nunca hemos pasado", y nos fuimos de aventura.

Una de las cosas que nos daba vueltas por la cabeza, era esa típica imagen que sale en Google de las tres casa de colores, como "la típica imagen de Galway" y allí la encontramos, Leny pudo dormir en paz esa noche, llevaba días dándole vueltas a la idea.

Casa de colorines de la foto típica (falta Leny). P.S.: No, César no ha crecido,
estaba subido en un pivote.
Cuando dejamos de ver las casas de colorines de la foto típica, nos dimos la vuelta y vimos la aparición. La Virgen de la Cueva apareció entre las rocas, se apoderó de Lalo y pronunció las grandes palabras: "Ya sabemos por qué llueve en Galway".

Pocos minutos después, empezó a chispear, menos mal que teníamos clase y nos pudimos refugiar...

Álvaro (It's not rainning men)

Que llueva
Que llueva
La Virgen de la Cueva
los pajaritos cantan
las nubes se levantan
que sí, que no,
que caiga un chaparrón

 

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El tercer niño muerto

Dicen que las visitas inesperadas o las que se alargan mucho no son de muy buen gusto, pero esta la alargaría el resto de mis 270 días en Irlanda.

Mi madre siempre decía: "amigos, con los dedos de una mano" y no le quito la razón, pero mi mano tiene un dedo menos como vacante desde hace mucho tiempo, mi visita.

Una casa en la que llevábamos una semana sin apartar, mientras estábamos aquí reunidos, los ojos del ordenador ha sido revolucionada en cuestión de horas, por no decir minutos.

Lo podríamos llamar nuestro medium, ha conseguido en poco tiempo hacer lo que llevábamos tiempo intentando, contactar con los niños muertos, incluso ha descubierto el nombre de la niña muerta que habita en mi cuarto (Gladis). Además, sus hazañas no terminan aquí, ha creado un nuevo niño, sin nombre aún, pero que esta mañana apareció en el cristal del cuarto de baño.

Cada día me siento un poco más Nikole Kidman en Los otros. Menos mal que sigo vivo, aún... orque la Señora Dogfire no parece de este mundo.

Álvaro

domingo, 12 de septiembre de 2010

You can't drink here... but we do

Uno de los grandes misterios de Galway es nuestra queridísima La Garda, lo que en Cádiz conocemos como Los Monos.

Solamente cuatro ciudades de Irlanda, una de ellas Galway, tienen prohibido el consumo de alcohol en las calles, pero su modus operandi a la hora de erradicar el "problema" de los outdoor-consumers  (término que me he sacado de la sleeve) es un tanto... ¿cómo diría?, cómico.

Para empezar, no existe una sanción económica para todo aquel que haga un botellón en cualquier vía pública, la sanción más "dura" que he llegado a ver, es la retirada de la copa (o copa y media, en el caso de César) acompañada de un grito que anuncia algo así como un "YOU CAN'T DRINK HERE", que intenta intimidar, pero lo máximo que consigue es un "Who are you?" si quieres una solamente tienes que pedirla, no hace falta que grites.

Irlanda es un país de borrachos, seamos sinceros, pero borrachos de los que no saben beber, no por falta de habilidad (que habilidad para tragar tienen), sino por falta de self-control. La gracia es que nuestra querida Garda lo sabe y por eso te encuentras escenas tan cómicas como la siguiente:

Un hombre se encuentra tirado en una farola debido a un alto consumo de bebidas etílicas (lo que en Cádiz diríamos: "lleva una tajá como un carajo así de grande" (acompañado de una medida que abarca entre las dos palmas de las manos del emisor). Un agente de la policía, pasa casualmente por esa escena y...¿qué hace?
1) Multa al señor borracho
2) Golpea al señor borracho
3) Lo acompaña durante el rato en el que su otro compañero llama a una ambulancia para que lo lleven a un hospital, vean que no tiene ningún daño y luego lo acercan a su casa cual taxi.

Quien haya dicho la 1 o la 2, que sepa que ha perdido, la respuesta correcta es la tres.

Con leyes como estas me gustaría haber cogido un vuelo de avión aquel día 29 de enero del 2009 en el que nuestro querido aigo o'Ferral pronunció las grandes palabras que decían "No, bebed aquí, que no pasa nada" y nos multaron con 150€ por beber donde no debíamos. Señor agente, ¿no querría usted mejor la botellita?

Irlanda es un país de locos

martes, 7 de septiembre de 2010

Los niños muertos


Hola, me llamo Álvaro y soy erasmus. Vale, no es nada especial, comparado que cada año miles de personas también lo son, pero ellos no tienen niños muertos en sus casa. De ahí que sea especial y ese es  mi reto, ser un erasmus especial. No especial como Forrest Gump, sino especial de los que brillan con luz propia, pero no como los vampiros esos maricones... (así me puedo llevar el resto de los 270 días que me quedan)

Como decía, mi motivo erasmus es ser especial y vivir una experiencia única, pero no única en mi vida, sino única en la historia, única que ni tú, ni tú... ni tu abuela la vayan a vivir.

Por ahora lo estoy consiguiendo, pero tengo que compartir méritos con mis compañeros de casa. Vivimos en una casa con niños muertos en el altillo, tengo un compañero cuyo portátil fue pesado en la Termomix, otro que está bien loquito y una que acaba de hacer PAAAAAAAAAAA mientras estaba escribiendo el último párrafo. La verdad, es que me lo estoy ganando a pulso desde la primera semana.

En el caso de que no sea un erasmus especial en la historia, no dejará de ser una experiencia única, o eso dice, pero que sepáis, que no me lo voy a creer hasta que vuelva a España y me despierte pensando en Galway.

Will I get it?
Nobody knows

Álvaro